El «top manta» de los medicamentos

Relojes, ropa deportiva, DVD, CD... y también fármacos. Las copias falsificadas ya han llegado al mercado de los medicamentos. En los países desarrollados, como España, donde existe un sistema de distribución bien controlado, no tienen una incidencia importante aunque en los últimos años crecen de forma preocupante. Los canales son principalmente Internet, el mercado negro de la droga y algunos gimnasios. Pero en los países en desarrollo, los medicamentos falsos ya son una plaga y un grave problema de salud pública.

La fabricación y distribución de medicamentos falsificados crece en todo el mundo; es un gran negocio. Según una investigación realizada y publicada por la revista Newsweek, esta actividad ilegal mueve anualmente en el mundo entre 6.000 y 19.000 millones de euros y supone unas pérdidas de unos 12.000 millones al año para la industria farmacéutica. El problema afecta especialmente a los países en desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en algunos países, sin regulación y donde los medicamentos se ofrecen mayoritariamente en mercados y venta ambulante, el volumen de falsificación alcanza el 60%. En el conjunto del mundo, el porcentaje de falsificaciones se sitúa entre el 6-8%.

Desde el punto de vista de la salud pública, los efectos son demoledores y causan miles de muertes. Así, 200.000 fallecimientos a causa del paludismo en los últimos años -una quinta parte del total- se podrían haber evitado con medicamentos originales. O las 2.500 muertes hace una década en Nigeria a causa de vacunas falsas contra la meningitis.

Pero, ¿qué son los medicamentos falsificados? "Son aquellos fabricados sin conocimiento del titular, en instalaciones desconocidas y que no llevan el principio activo que se declara o menor cantidad del mismo", señala José María Martín del Castillo, consejero técnico de la Agencia Española del Medicamento.

Falsificar la mayoría de fármacos no resulta demasiado difícil. "Los principales laboratorios clandestinos se encuentran en China, India, Pakistán, en las ex repúblicas soviéticas, Nigeria y Egipto, aunque los hay en muchos otros países", indica Rafael Borrás, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y director del Observatorio de Medicamentos de Abuso.

En cuanto a las características, el 43% carece de principio activo; el 24% presenta baja calidad de fabricación; el 21%, menos cantidad del principio activo indicado; el 7%, un principio activo distinto, y el 5% tiene una presentación defectuosa. "Además de su carácter ilegal, los laboratorios clandestinos no son seguros. En un mal proceso de elaboración puede darse, por ejemplo, contaminación microbiana", explica Borrás.

La tipología de medicamentos falsificados que se consumen en los países en desarrollo nada tiene que ver con el consumo en los países ricos. Igual que ocurre con los originales. En los países pobres, los principales fármacos falsificados que se ofertan son los antibióticos, los antipalúdicos, las vacunas y los antirretrovirales; en los países desarrollados son medicamentos relacionados con estilos de vida y el miedo a epidemias: hormonas, disfunción eréctil, esteroides, fármacos para uso recreativo, tanto estimulantes como depresores (ketamina, modefinilo, morfina, etcétera).

En el caso de España, a partir de las intervenciones realizadas por la Agencia Española del Medicamento en colaboración con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, "sabemos que los medicamentos más falsificados son Viagra, Cialis, los anabolizantes, la insulina y la hormona del crecimiento", señala José María Martín del Castillo. "El volumen de negocio que supone es muy difícil de calcular, pues en España circulan por el mercado negro y a través de Internet", añade.

Desde el Observatorio de Medicamentos de Abuso, creado el pasado mes de julio por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, se cuenta con datos de algunas analíticas de medicamentos falsos. "Parches anticonceptivos con ausencia total de principio activo; hormona del crecimiento obtenida a través de Internet, sin principio activo y ofertada en comprimidos, lo cual es imposible en el caso de esta sustancia; también contamos con analíticas de Viagra, adquirido a través de Internet y en la calle, en el mercado negro. En el primer caso, sólo se detectaron pequeñas trazas de sildenafilo; en el segundo, había mucha más cantidad de la indicada", explica Rafael Borrás, a partir de los datos disponibles en el Observatorio de Medicamentos de Abuso.

Este mismo año, Pfizer, el laboratorio que fabrica Viagra, y Microsoft interpusieron demandas contra dos empresas que se dedican a vender medicamentos a través de la Red. Las empresas demandadas publicitan y ofrecen copias de Viagra a través de cadenas de correos basura electrónicos. "Es un fenómeno que nos preocupa mucho, pues puede perjudicar la salud de las personas y también la imagen de la marca", explica Mónica Martín, responsable de comunicación del área de urología de Pfizer.

Otro fenómeno que preocupa a las autoridades sanitarias y a los profesionales son los medicamentos milagro. "Se ofrecen para el tratamiento de enfermedades como el cáncer o el sida, sin estudios clínicos que los avalen. En la mayoría de ocasiones son distribuidos por desaprensivos que aprovechan la desesperación y el dolor de personas enfermas", explica Borrás.

El crecimiento del fenómeno top manta en el mercado farmacéutico preocupa a las organizaciones internacionales, a los gobiernos y a la industria. Desde hace tres años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza campañas contra el tráfico de medicamentos falsos y de mala calidad. En 2001, el Consejo de Europa aprobó una resolución que instaba a los gobiernos a mejorar los sistemas de vigilancia en colaboración con los profesionales y a la industria para que diseñe estrategias que dificulten la falsificación.

Desde los sectores profesionales, el mensaje es claro: desconfiar de los medicamentos ofertados a través de Internet; viajar por el mundo con botiquín propio, y desconfiar de cualquier tratamiento milagroso: acostumbra a ser un fraude. "No es un tema fácil de abordar. Para nosotros la mejor estrategia es la información: una campaña de comunicación sobre el mal uso de los medicamentos, a imagen y semejanza de la que está realizando el Gobierno respecto a los genéricos", afirma Mónica Martín, de Pfizer.

Una red vendió Viagra falsa por Internet a 50.000 europeos

La justicia alemana cree que en Mallorca se esconden los tres cerebros de una red delictiva -dos ciudadanos americanos y un británico- acusados de estafar a más de 50.000 personas de toda Europa vendiéndoles medicamentos falsificados (básicamente, Viagra y pastillas para adelgazar). La causa penal por esta masiva estafa la instruye un juzgado de la localidad alemana de Saarbrücken (capital del Estado de Sarre, cerca de la frontera con Francia).

La justicia alemana sospecha que los tres cerebros de la red residen y se esconden en diferentes municipios de Mallorca. Por ello, reclama a España que se les detenga y se dicte contra ellos prisión preventiva con vistas a una futura extradición. El proceso judicial que Alemania abrió en 2005 contra los cinco miembros de la red (dos de ellos, ya detenidos y condenados) es por estafa y por vulnerar las leyes del medicamento y de patentes.

Según fuentes de la investigación, los acusados -contra los que ya existe una orden de busca y captura internacional- obtuvieron ilícitamente cerca de 12 millones de euros vendiendo por toda Europa estos falsos medicamentos. Lo hacían a través de Internet. En concreto, lograron poner en el mercado miles de cajas de pastillas con falsas etiquetas de Viagra y Cialis (para tratar la disfunción eréctil) y de Reductil y Xenical (para adelgazar). Los acusados montaron una compleja red de empresas distribuidoras y colaboradoras para despachar los pedidos que les llegaban a Alemania desde prácticamente todos los países europeos.

Según las mismas fuentes, los tres acusados que se buscan en la isla de Mallorca responden a las iniciales de Richard A., Peter B. y Charles S. Éstos montaron toda esta trama para enriquecerse de forma rápida y sin escrúpulos. De hecho, en apenas dos años, entre 2002 y 2005, recaudaron cerca de 12 millones de euros. La justicia alemana, donde la red tenía su centro de operaciones, sí pudo localizar en su momento a dos miembros de la organización -de nacionalidad alemana- cuya misión, dentro de la red, era preparar los pedidos de medicamentos para su distribución a través de las citadas empresas. Estos dos ciudadanos alemanes ya han sido procesados y condenados en Alemania a penas de tres años de prisión por distintos delitos. Los otros tres huyeron, siempre según los citados medios. Las declaraciones de los ya procesados han permitido a los jueces alemanes conocer el alcance real de la estafa y los nombres de los cerebros de la trama, que están huidos de la justicia y se cree residen ahora en Mallorca.

Los miembros de la red hacían llegar por correo electrónico a millones de europeos ofertas para la adquisición de medicamentos relacionados con la disfunción eréctil y el adelgazamiento. Los interesados pagaban por adelantado en las direcciones que les indicaba la red. Y, apenas una semana después, recibían la medicación en sus casas, en discretos paquetes, y por un precio módico. Eso sí, los obtenían sin receta y al margen de la red pública asistencial. No tenían que ir al médico de cabecera a solicitar la viagra. En España y casi todos los países europeos la prescripción de este tipo de medicamentos ha de hacerla un médico tras estudiar la compatibilidad de los mismos con el estado de salud del interesado.

Las etiquetas de los fármacos eran falsas. Las elaboraba la propia red en ordenadores. A pesar de que en las cajas de pastilla aparecía la marca viagra o reductil, en realidad se trataba de medicamentos parecidos pero con algunos componentes diferentes, señalan los citados medios.

Los camellos de la pastilla azul

Los camellos que frecuentan los clubes de alterne han visto en la Viagra un filón y no dudan en explotarlo. En las últimas tres semanas, la Policía Nacional ha intervenido varias cantidades de estas pastillas a personas vinculadas a dos clubes de alterne de Marbella. Hasta hace poco el menudeo de cocaína imperaba en este tipo de establecimientos, aunque teniendo en cuenta los últimos resultados, parece ser que los pequeños traficantes que ofrecen sus productos en la puerta de estos negocios ya sólo llevan pastillas azules en los bolsillos.

"El perfil del comprador es aquel cliente que quiere exprimir al máximo el servicio que contrata", relata una fuente policial. "Aunque para el club no es conveniente que se sepa que se venden este tipo de pastillas cerca de sus instalaciones, ya que no le hace muy buena promoción a sus chicas", añade entre risas. En estas situaciones, los agentes intervienen las pastillas, para después analizar su contenido en un laboratorio, y acusan al vendedor de tenencia y tráfico de estupefacientes.

Según fuentes policiales, existe todo un mercado negro en torno a estos fármacos. Hace apenas un mes, unos ladrones sustrajeron de una farmacia marbellí un pedido de medicamentos contra la disfunción eréctil valorado en unos 7.000 euros. Entre ellos había una gran cantidad de las pastillas con forma de rombo, y otras de sus competidoras Cialis y Levitra. La Policía está segura de que se han distribuido de forma clandestina.

"Quienes la compran en un prostíbulo no tienen ninguna garantía de que lo que van a tomar y también es posible que les hayan dado una imitación comprada por Internet", explica un agente especializado en Fraudes, "no saben en qué país se ha fabricado, ni si cumple con los requisitos sanitarios y terminan pagándolas a precio de oro". Hasta el momento, en la Costa del Sol no se han producido denuncias por estafa relacionadas con el fármaco, pero esto no quiere decir que no se vendan falsificaciones. "Es muy común en este tipo de casos, que las víctimas lo silencien para que no lo sepan en su entorno o para ahorrarse la vergüenza".

Este medicamento, recomendado para hombres con incapacidad para obtener o mantener una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria, se vende con receta en farmacias y hay varias modalidades. Una de las más suaves, la de 25 miligramos, cuesta casi 9 euros la unidad, y las de 100 miligramos, unos 12 euros. "Aquí vienen mucho pidiéndola, pero sólo se suministra a los que han pasado primero por el médico", mantiene la farmacéutica malagueña Francis Macías. Combinada con medicaciones para dolencias cardíacas o hipotensión puede resultar peligrosa.

Pero la pastilla no es sólo objeto de deseo de señores con disfunción eréctil. Según fuentes policiales, los pequeños traficantes de drogas las venden cada vez más a los jóvenes que las utilizan como colofón de una noche de drogas y alcohol. "Les ofrecen paquetes en los que entran variedades de pastillas de diseño, como éxtasis, y una Viagra para compensar una posible impotencia", comentan. En función de la hora a la que las adquieran pueden pagar el doble o el triple del precio en farmacias. También los hay -más mayores y sin aparentes problemas- que se hacen con la pastilla milagrosa "por probar una experiencia nueva".

Además de muy peligroso, el resultado de la ingesta puede ser justo el contrario del que se busca. Aunque todavía no hay estudios hechos sobre la combinación con copas, hipnóticos o sedantes, Leandro Martínez, portavoz del colegio de Farmacéuticos de Málaga, mantiene que "puede producir un estado de laxitud o decaimiento". "Está contraindicado para personas que tengan la tensión baja, pero, por el momento no se han detectado muchos casos de urgencia por incidencias derivadas de su toma", añade.

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