El Congreso aprueba por unanimidad la Ley de Sanidad

El pleno del Congreso aprobó ayer por unanimidad el texto definitivo de la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud (Ley de Sanidad). El borrador ha vuelto al Congreso con el apoyo de todos los grupos, después de que el Senado aprobara la inclusión de una disposición destinada a recoger "las particularidades del régimen económico y fiscal de la Comunidad Autónoma de Canarias". Con este añadido la ministra de Sanidad, Ana Pastor, consiguió el apoyo de Coalición Canaria, el único partido que no había votado a favor de la ley durante su dictamen el pasado mes de marzo por la Cámara Baja.

El principal cambio de la ley en el Senado ha sido la incorporación de una disposición final que modifica el real decreto de 1999 que establece el sistema de precios de referencia (el valor máximo de un fármaco que el Estado está dispuesto a subvencionar). La ministra de Sanidad, Ana Pastor, justificó este añadido por la "urgencia" de controlar el gasto en medicamentos, que de enero a marzo de este año ha crecido un 11,78% sobre el mismo periodo de 2002.

Con la nueva reglamentación, se amplían los llamados grupos homogéneos (conjunto de medicamentos a los que se aplica el precio de referencia). En lugar de exigirse que estén compuestos por productos con la misma composición, forma de presentación y dispensación (por ejemplo, 12 cápsulas de 500 miligramos de amoxicilina), bastará con que haya un genérico con el mismo principio activo (por ejemplo, amoxicilina en sobres de 100 miligramos). Además, el precio se calculará sobre los tres tratamientos más baratos de cada grupo. PP, PNV y Grupo Mixto votaron a favor de la enmienda. El resto se abstuvo.

Prestaciones iguales

La ley también establece el derecho de los ciudadanos a disfrutar de unas prestaciones mínimas y comunes, con la inclusión de la atención en salud mental, bucodental y paliativa. Las comunidades pueden ampliar los servicios que ofrecen, pero deberán aportar los fondos correspondientes.

También serán comunes los requisitos de calidad para la apertura de centros y servicios tanto públicos como privados y se fijarán unos centros de referencia para atender las patologías más complicadas como trasplante cardiaco o algunas técnicas diagnósticas.

La participación de las comunidades autónomas se refuerza, ya que se cambia la composición del Consejo Interterritorial (pasa a incluir sólo dos representantes de Sanidad con los 17 consejeros autonómicos) y se le dan más competencias. Prestaciones, política farmacéutica, profesionales, investigación y sistemas de información serán "ámbitos de colaboración" entre el Ministerio y los Gobiernos autónomos. La ley también prevé la creación de una tarjeta individual sanitaria válida en todo el territorio nacional, aunque no establece una fecha para su implantación.

Sanidad reducirá el precio de más de 2.000 medicamentos a partir de enero

Una orden publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado rebaja los precios de referencia (el máximo que la Sanidad pública está dispuesta a subvencionar) de 2.070 especialidades farmacéuticas. La norma afecta a gran parte de los medicamentos de uso más frecuente, como algunos destinados a combatir la hipertensión (el enalapril), el colesterol alto (la simvastatina) o algunos antibióticos (amoxicilina y ciprofloxacino). Las rebajas varían según el producto. En algunas especialidades oscilan entre un 40% y un 50%.

El Ministerio de Sanidad prevé frenar así el crecimiento del gasto farmacéutico, que en lo que va de año ha subido un 11%, mientras que las previsiones del pacto de 2001 entre la Administración y la patronal Farmaindustria fijaban un alza del 9,5%.

38 marcas para un catarro

La especial situación española, sin protección a las patentes de productos farmacéuticos hasta 1992 han configurado un mercado difícil para la introducción de genéricos. Las marcas originales se confunden con las copias, las licencias del producto innovador y los principios activos o genéricos, propiamente. Esta situación permite que hoy existan hasta 38 marcas diferentes de amoxicilinas -antibiéticos para procesos respiratorios- con precios que varían entre las 395 y las 648 pesetas. El más caro no es precisamente el producto original sino una copia.Como este existen multitud de ejemplos en las boticas españolas. Costas achacó la situación a que en España "no ha habido cultura de medicamentos, ni control sobre la bioequivalencia de los fármacos, ni costumbre de recetar genéricos ni estímulo para ello".

Entrar en esta cultura es para Enrique Costas "un tema. apasionante que puede conducir a la reducción del gasto farmacéutico en España".

Recortes farmacéuticos a dos bandas

El consejero de Sanidad, Luis Rosado, se ha dado un baño de realidad en los dos últimos días sobre las dificultades económicas a las que se enfrenta su departamento. No es que no las supiera en su anterior cargo de secretario autonómico, solo que ahora tiene ocasión de conocer la situación de primera mano por boca de sus protagonistas.

Ayer, tras asistir a la sesión plenaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en la que se dan cita los consejeros autonómicos junto al ministerio, Rosado mostró su satisfacción por los acuerdos alcanzados gracias a los cuales los médicos deberán recetar por principio activo y no por marca comercial (amoxicilina en lugar de Clamoxil, por ejemplo), de forma que el farmacéutico debe ofrecer el compuesto más barato que tenga (en este caso, de amoxicilina). Se espera que esta medida reporte unos 2.000 millones de euros de ahorro (en torno al 10% en el territorio valenciano).

En el encuentro se debatió también la propuesta del candidato socialista a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, de destinar 8.000 millones más a las autonomías para cubrir el gasto sanitario. Frente al debate de si esta cantidad debe ser un "fondo finalista o servirá para equilibrar las cuentas de las comunidades", el consejero apostó por que estas cantidades se destinen a sanidad.

El miércoles, Rosado ya trató esta cuestión en el ámbito autonómico. Lo hizo junto al consejero de Hacienda y Administración Pública, según difundió la Generalitat en un comunicado. Al encuentro asistieron los representantes de los colegios de farmacia ya que también se abordó las dificultades que tiene el Consell para hacer frente al pago a las farmacias de los medicamentos que adelantan a los pacientes de la sanidad pública valenciana. Durante la reunión, se alcanzaron acuerdos "para continuar adoptando medidas para el ahorro farmacéutico con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema", según las mismas fuentes.

Ese mismo día, Rosado tuvo otro encuentro con otro de los sectores sanitarios más perjudicados por las estrecheces financieras de la Generalitat: los proveedores. La Plataforma de Proveedores de la Sanidad Pública Valenciana propuso la puesta en marcha de un "plan de choque" que permita a sus asociados cobrar y así "para poder resistir hasta la solución final". Este grupo de empresarios insistió en que es prioritario saldar la deuda del año 2011.

En la reunión, expusieron a Rosado la "agónica situación económica" en la que se encuentran y dieron un "voto de confianza" al nuevo consejero que se mostró "receptivo ante el problema, dialogante y con espíritu negociador". Rosado, indicaron los empresarios, "explicó las tremendas dificultades económicas por las que atraviesa la Consejería de Sanidad".