Blog del medicamento genérico
Los medicamentos genéricos en España
El 92% de los españoles sabe qué son los medicamentos genéricos, el 77% confía en ellos y el 52% los consume de manera habitual. Estas son las tres conclusiones principales que cabe extraer de un estudio sobre conocimiento, uso y evaluación de los medicamentos genéricos en España llevado a cabo por Metroscopia para AESEG (Asociación Española de Medicamentos Genéricos).
Sobre el conocimiento: el porcentaje de españoles que ya conoce los medicamentos genéricos ha aumentado 15 puntos con respecto a 2008 —entonces los conocía un 77%— y 35 puntos con respecto al año 2000 (en aquella fecha solo un 57% de los españoles había oído hablar de los genéricos). Es probable que esta evolución ascendente del conocimiento de estos medicamentos esté asociada a su creciente uso entre la población.
Sobre el consumo: un 52% de los ciudadanos afirma tomar algún medicamento genérico de forma habitual, un porcentaje que se incrementa hasta un 72% entre aquellos españoles que se medican a diario y se declaran enfermos crónicos. Este último dato —es decir, que quienes, en principio, cuentan con una salud más delicada incluyan en su “dieta médica” algún genérico— es un claro reflejo de la confianza que transmiten estos medicamentos.

Sobre la confianza: tres de cada cuatro españoles (77%) confían (mucho o bastante) en los medicamentos genéricos. A un 72% le merecen, además, la misma confianza que los medicamentos de marca. Una confianza que probablemente se sustenta en la imagen de calidad, eficacia y seguridad que tienen de este tipo de medicamentos: un 71% considera que son las mismas que la de los medicamentos de marca. De hecho, siete de cada diez españoles (71%) afirman que, en general, cuando ha tomado un medicamento genérico le ha hecho el mismo efecto que un medicamento de marca.
Otros dos aspectos relevantes del estudio. El primero tiene que ver con la “recomendabilidad”, es decir, su capacidad de ser recomendado (que es el mejor indicador, según la experiencia demoscópica, de confianza): un 49% de los ciudadanos recomendaría comprar un medicamento genérico a un amigo o familiar que tuviera dudas sobre qué tipo de medicamento adquirir (tratándose —como se especificaba en la pregunta— de un medicamento de los que requieren receta y que, por tanto, conlleva un mayor grado de compromiso para la persona que ofrece la recomendación). Un 22% optaría, por el contrario, por uno de marca. Un dato optimista para el futuro de los genéricos, puesto que —como algunos estudios tratan de demostrar — la recomendación de otros usuarios es la herramienta más poderosa de venta y actúa, cada vez más, como pilar fundamental de la construcción de la reputación de una compañía o un producto.
El segundo aspecto guarda relación, en alguna medida, con la marca España. En épocas de crisis económica, como es el caso ahora, la valoración ciudadana de los productos fabricados en el propio país tiende a aumentar como consecuencia de un cierto reflejo proteccionista (entendido como una defensa de lo nuestro). Según un reciente sondeo , los españoles expresaban con un 8.2 —en una escala de 0 (ninguna) a 10 (total)— el grado de confianza que le inspiran los productos hechos en nuestro país. Además, si una empresa española declara que fabrica sus productos íntegramente en España, su imagen mejora para un 73% de la población; y a un 65% le lleva incluso a confiar más en sus productos. Unos datos que se corroboran en el concreto caso de los medicamentos genéricos: para la mayoría de los españoles (54%) el hecho de que un 70% de los genéricos que se consumen en España se fabriquen en nuestro país —un dato que, por cierto, desconoce la inmensa mayoría— le hace confiar más en ellos. Además, este es un hecho que, según un 86%, contribuye a la creación de empleo en España y que, para un 84%, es una demostración del grado de desarrollo y calidad de nuestra industria farmacéutica.
Para describir el grado de aceptación de los medicamentos genéricos entre los españoles bastaría con decir que la abrumadora mayoría de los españoles está muy o bastante de acuerdo con que:
- se consumirían más genéricos si los ciudadanos tuvieran más información sobre ellos (84%);
- las Administraciones Públicas deberían apoyar más la implantación de los genéricos (81%);
- hay poca información sobre medicamentos genéricos (80%);
- los genéricos contribuyen a sostener la sanidad pública a largo plazo (76%); y
- los genéricos permiten a los ciudadanos un mayor acceso a los medicamentos (71%)
Pero estos datos no serían posibles sin la convicción de los ciudadanos de que los medicamentos genéricos pueden, sin problema, competir con los de marca en cuanto a eficacia, a calidad y a seguridad. Tres argumentos de peso que caben englobar en el concepto de confianza.
Comprar medicamentos online: ¿sí o no?
Hace poco más de un año (julio de 2015) que se permitió en España la venta de fármacos sin prescripción médica a través de internet y, lo cierto es que el sector no ha demostrado mucho interés al respecto. Apenas el 1,2% de las farmacias ha dado el salto al e-commerce... ¿Por qué? Los expertos señalan que el ratio farmacia/número de habitantes en España, de los más altos de la UE, es el principal factor que impide un mayor desarrollo de las farmacias online.
Hace unos días al salir del centro de salud más cercano a mi domicilio, descubrí el cartel que ilustra este artículo en el que se alerta del riesgo de comprar medicamentos online. La advertencia parte de Distafarma, perteneciente a la AEMPS (Agencia española de medicamentos y productos sanitarios) y pone el foco en la proliferación de sitios web que comercializan fármacos que requieren prescripción médica (con receta). Son páginas web como www.dokteronline.com/es que ofrece la posibilidad de comprar estos medicamentos sumando al precio del mismo 3 euros en concepto de "consulta médica". Según explican en la propia web el concepto en el que se basan es el de ‘empoderar al paciente’ o, dicho en inglés que siempre atrae más, ‘power to the patient’.
El sistema va más allá de las farmacias online ya que incluye un cuestionario previo a la venta en el que el paciente/consumidor debe rellenar "las mismas preguntas que le haría su médico de cabecera”. Una vez enviado el cuestionario, especialistas médicos y farmacéuticos evaluarán su solicitud y decidirán si el tratamiento es adecuado y seguro para el paciente y extenderá la receta. En pocos días recibirá el pedido en su domicilio.
Esta plataforma online cuenta a día de hoy con 167.000 clientes y colabora con ocho médicos independientes y cuatro farmacias en Alemania, Reino Unido y Dinamarca. Según explican en su web, la clave de su éxito reside en “poder adquirir medicamentos que no están disponibles en nuestro país pero sí están aprobados en la UE”. Otro reclamo son aquellos “fármacos que no están cubiertos por la seguridad social y que el cliente prefiere adquirir de forma anónima porque le hacen sentirse avergonzado” tales como compuestos contra la eyaculación precoz o la impotencia.
FEFAC (Federació d’Asociacions de Farmàcies de Catalunya) ya ha denunciado a www.dokteronline.com/es por vulnerar la legislación de venta online de medicamentos sujetos a prescripción médica. En concreto, según denuncia FEFAC, el artículo 1.1 del RD 870/2013 y el 3.3 del RD, que establece que son las oficinas de farmacia autorizadas las que deben dispensar los medicamentos.
¿Cuál es el riesgo? Como explica Luis de Palacio, secretario general de FEFE (Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles) “en lo que va de año se han realizado varios decomisos en aduanas sobre medicamentos adquiridos a través de internet y al analizarlos se han encontrado de todo. Por ejemplo, dos envases exactamente iguales, con el nombre del mismo laboratorio pero cuya composición está adulterada”.
Sin embargo, los expertos dudan de que hoy por hoy esto suponga un grave peligro de salud pública. “El motivo número uno es que las compras online no son mucho más baratas, al revés, ya que conllevan unos costes de transporte y distribución que se pueden trasladar al cliente, máxime si provienen de otros países”, argumenta De Palacio. Y luego está la capilaridad de las farmacias en España con un ratio de una por cada menos de 2.000 habitantes en todos los municipios frente a lo que sucede en países como Suecia con una por cada 12.000 habitantes.
La venta online no seduce a las farmacias
Desde julio de 2015 existe una certificación oficial de la UE para farmacias en Internet. En España el listado de farmacias autorizadas para la venta online de fármacos sin prescripción médica se puede encontrar en Distafarma donde además advierten de los riesgos de comprar medicamentos en farmacias que no cuenten con este sello:

Sin embargo, en poco más de un año apenas 226 farmacias se han acreditado para la venta a través de internet. “No está teniendo mucho empuje porque, entre otras cosas, debe cumplir unos requisitos muy estrictos en cuanto al transporte (temperatura, humedad…) y esto encarece el producto. La regulación es muy garantista y cuanto más garantías para el consumidor mayor es el coste para la empresa”, aseguran desde FEFE.
Y tampoco se espera una mejor evolución en los próximos meses. “El ritmo va a ser lento y la solución es que para las farmacias sea fácil y barato. Una farmacia que tenga, además, tienda online, tiene que poder gestionarla y eso es caro”, concluye Luis de Palacio.
Los consumidores, eso sí, podemos tener claro que a la hora de adquirir medicamentos sujetos a prescripción médica, las mayores garantías no están en la red sino a la vuelta de la esquina.